LOS PRINCIPALES TIPOS DE FRANQUICIAS


Dependiendo al rubro al que te quieras dedicar, hay diferentes clases de franquicias. Conoce las más populares.
Una franquicia varía mucho según su tipo, debido a que dentro de ellas se esconden un conjunto de prototipos. Esta variación se debe a la clase de contrato que se utilice, al perfil del público al que va dirigido y a la capacidad de inversión que posea cada persona.
Las franquicias son un tipo de relación contractual entre dos personas jurídicas que mantienen una actividad empresarial, beneficiándose económicamente ambas partes.
Existen varios tipos de clasificación de franquicias que debes tener en cuenta a la hora de querer adquirir un negocio con prestigio, ya que todo dependerá del rubro al que te quieras dedicar. Te mostramos algunas variedades:

Franquicia Comercial
Es aquella donde el franquiciante cede a sus franquiciatarios todos los elementos necesarios que le permitan la venta de productos o servicios al consumidor.
Se trata de franquicias que se obtienen para explotar un punto de venta o un mercado. Es una de las franquicias mejor desarrolladas, debido a que su estandarización en las operaciones permite la obtención de muchas ventajas, como la internacionalización del negocio o la obtención de una marca probada.
Ejemplo: las franquicias de teléfonos celulares, tiendas de regalos, restaurantes, cafés, agencias de viajes, entre otros.

Franquicia Industrial
En este tipo, el franquiciante cede al franquiciatario el derecho de fabricación, la tecnología, la comercialización de los productos, la marca, los procedimientos administrativos y de gestión y las técnicas de venta.
Ejemplo: las franquicias de comida.

Franquicia de distribución
Esta franquicia tiene como fin la distribución de productos, aun cuando el franquiciante es el fabricante como para cuando actúe como central de compras.
Ejemplo: franquicias de ropa, de muebles, entre otros.

Franquicia de servicio
Esta franquicia tiene como objeto prestar un servicio al cliente mediante un negocio especializado.

Algunos ejemplos son: franquicias de escuela de idiomas o alguna otra capacitación, franquicias dedicadas al mantenimiento de autos, franquicias que ofrecen el servicio de traducciones.

Muchos emprendedores se decantan por montar una franquicia, y es que el hecho de que sean negocios que ya han sido probados reduce su riesgo. Pero ¿es la franquicia un éxito seguro? Antes de lanzarse, hay que estar prevenido y saber distinguir entre las enseñas fiables y las que no lo son.
La franquicia es cada vez una forma de negocio más habitual.

El negocio de la franquicia en España creció un 19,1% en el último año, lo que elevó el número de enseñas operativas a 1.135, y el número de establecimientos en este régimen a casi 54.000, según datos de Mundofranquicia Consulting. Y es que cada vez más emprendedores poco amigos del riesgo optan por modelos de negocio que funcionen con seguridad. Sin embargo, no todo son facilidades: algunas franquicias no son rentables, con lo que es recomendable seguir consejos para elegir la mejor, así como fijarse en determinados puntos para detectar las menos convenientes.

El contrato. En algunos casos se ve con total claridad que los contratos de franquicia están sacados literalmente de un manual, sin la intervención de un abogado especialista. Una enseña que se limita a recurrir a su gestor y no es capaz de pagar los servicios de un profesional, difícilmente va a estar dispuesta a proporcionarnos otros servicios (marketing, I+D...) más difíciles de costear.

Sin ‘royalty’ ni canon de entrada. Ojo con los chollos aparentes. Lo barato suele salir caro y la franquicia que no pide un royalty periódico nos lo puede estar cobrando camuflado en cualquier otra partida. Por ejemplo, muchas veces se exige al franquiciado la adquicisión a la enseña de determinado material, que se carga con un sobreprecio igual o mayor que el canon “ahorrado”.

Masters sin adaptación. A veces, una franquicia desconocida en España se presenta a nuestros ojos como un éxito en otros países. Si esa marca no pasa por una adaptación previa, la inversión no sólo carece de garantía, sino que puede suponer un gran riesgo, puesto que el concepto no ha sido probado en nuestro mercado.

Empresas sin una estructura clara. Aunque se definen como enseñas, a veces sólo son el apéndice de una empresa de distribución convencional que intenta abrir franquicias en aquellos puntos donde no le resulta rentable tener tiendas propias. Son una especie de “segunda división” de su cadena.

FUENTE: Emprendedores
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